La celebración de la Eucaristía el domingo en la parroquia de La Asunción ha sido el culmen de un encuentro más de catequesis de confirmación que comenzó el viernes.
El grupo ha tenido la oportunidad de pararse a entender, pensar y rezar sobre problema del mal, del pecado y de la debilidad. Desde el relato bíblico del Génesis los futuros confirmandos han hablado del pecado original, de la lucha que existe entre el bien y el mal dentro de cada persona. De como la desobediencia consciente a la voluntad de Dios separa al hombre de Dios y causa comportamientos inapropiados; destruye la armonía del mundo. A pesar de todo esto Dios busca constantemente al hombre.
El tema del mal y del pecado nos afecta a cada uno de nosotros y también al mundo en el que vivimos. Este mundo puede ser sanado con pequeñas acciones de bondad y amabilidad en nuestro entorno más prójimo y cotidiano.
El cuento- reflexión de la vasija agrietada fue la oportunidad para ver como las grietas curadas por el barro de la misericordia de Dios son cauce de vida.
Profundizar en la fe que quieren confirmar nuestros chicos incluye temas complicados pero necesarios de trabajar, comprender y rezar.
Recuérdeme
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